lunes, 18 de abril de 2011

LAS VERGÚENZAS ARBITRALES TUMBAN A UN MENORCA, QUE SABE A LO QUE JUEGA.

El Menorca se encontró esta mañana con 8 rivales en el campo. Los pupilos de Paco Olmos completan un partido muy serio, en el que al Power Electronics, le sobraron las ayudas arbitrales, que terminaron por desquiciar a los locales, y que quizás los visitantes necesitaron. Y es que el Menorca sabe a lo que juega, y así lo afirmó Olmos a vavel: “si tuviésemos jugadores de su talla, jugaríamos a otro baloncesto, pero vivimos en una realidad de la que tenemos que ser conscientes y hacer nuestro trabajo”. El primer cuarto terminaba von un resultado favorable al conjunto menorquín de 21 – 9, con Víctor y Sanders que se salían en los locales, y un pobre visitante, como reconoció su entrenador también a vavel: “estos jugadores por momentos no parecían profesionales”. El segundo cuarto fue más de lo mismo, Olmos jugó muy bien con su banquillo, y el trío arbitral empezaba a dar visos de lo que se avecinaba. No obstante, Sanders seguí imparable y aunque Rafa Martínez con 10 puntos aparecía en escena, los locales llegaban al descanso con una reventajoso 34 – 27.

La segunda parte fue la gota que colmó el vaso y la paciencia de Olmos y los suyos, y es que tiros de tres que daban por dos,. Y balones que daban por fuera estando por dentro, o sacando los valencianos puntos de la canasta y dándolo por válido, se terminó desquiciando un Menorca que quizás mereció algo más. No obstante, al final del tercer cuarto se llegó con un 49 – 51. En el Pavelló salió a lucir sus virtudes el conjunto de Pesic y con un De colo con 10 puntos en un solo cuarto, recortaron diferencias, empataron, y dieron la vuelta al marcador. Con un baloncesto poco efectivo, a base de casta y orgullo pero con poca cabeza y con las piernas muy pesadas, el Menorca volvió a una realidad que le aleja de la salvación, demostrando el conjunto valencianista que es un equipo que está preparado para todo. Al final del encuentro se llegó con un 65-74, y si hay que destacar algo, a parte de la actitud de los jugadores de Olmos, es a una afición que estuvo entregada los cuarenta minutos, animando a su equipo e intentando ejercer presión sobre unos colegiados que, desde luego, no tuvieron su día.

Manuel Cerón

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